Anna Allen fue una actriz española poco renombrada que trató de mostrar, mediante fotografías trucadas, que había aparecido en los premios Oscar y en otros eventos de Hollywood. La prensa española y las redes sociales se desvivieron en elogios a su “carrera” que parecía cada vez más exitosa.
Todo se derrumba
Algunas revistas le dedicaron páginas enteras hasta que se descubrió que las fotografías donde aparecía con famosos y sobre la alfombra roja eran en realidad fotomontajes.
Lo que sucedió después fue lo más parecido a un linchamiento: Allen se volvió famosa por su trampa y los medios la empezaron a acechar en todos los lugares donde se le encontraba hasta que la actriz prefirió desaparecer. Hoy, incluso, no se sabe si vive en España, Francia o Italia.
La hoguera de los medios
Sin embargo, aunque la actriz no pudo escapar de la hoguera de los medios por la magnitud de su estafa, habría que apuntar que vivimos en una sociedad que a cada minuto nos presenta un discurso que nos alienta a desear lo que no tenemos y a ser lo que no somos. Para tal fin repite, una y otra vez, estereotipos en los que el simulacro está a la orden del día.
El error de Anna Allen
Allen repitió los estereotipos aprendidos y no filtró críticamente lo que socialmente se entiende como “triunfador” o “triunfadora”. Ése fue su gran error.
Para saber más:
Licenciatura en Comunicación Digital, Universidad Intecontinental. Disponible en https://www.uic.mx/licenciaturas/division-ciencias-sociales/comunicacion/
Maestría en Guionismo, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/posgrados/posgrados-uic-en-arte-comunicacion-y-tecnologia-en-contexto/maestria-en-guionismo/