Si eres amante del cine, quizás veas un poco lejos tener las posibilidades de realizar una superproducción, pues sabemos que el equipo es bastante caro, incluso si decides rentarlo, aunado a la inversión en actores, crew, catering, entre otros.
Pero eso no debería ser una limitante si te apasiona el cine, pues lo que tienes que hacer es, simplemente, hacer; bien dicen, “la práctica hace al maestro”, frase cliché, pero muy cierta.
El cine de los directores franceses
Adentrándonos en la vida de los mejores directores de cine, la mayoría empezó sin tener los mejores recursos a su alcance, tomemos de ejemplo a aquellos de la Nouvelle Vague, para quienes los escenarios debían ser simples, así como el vestuario o la cantidad de actores que conformaban el cast.
Recordemos que este movimiento francés surgió para romper con la manera tradicional de hacer cine, con la sinceridad y la naturalidad como espina dorsal, siendo, incluso, un movimiento en el que los directores exponían sus ideologías políticas.
Cine y denuncia social
Algunos directores, como Jean-Luc Godard, preferían dejar el guión en manos del rodaje. Era en el plató donde ensayaba las escenas con sus actores y el lugar donde despertaba su creatividad.
Su rebeldía no sólo fue más allá de la página en blanco y el plató, sino que ésta se reflejó en revistas, como la Cahiers du Cinéma, o en sus múltiples desencuentros.
Fue en mayo de 1968 que François Truffaut y Jean-Luc Godard se opusieron a que se llevara a cabo el Festival de Cannes, debido a las revueltas de estudiantes y obreros, el paro de trenes y el cierre de fábricas que se estaban suscitando en París.
“Todo lo que es importante se ha parado, y los medios de comunicación deben anunciar que también Cannes lo hace”, expresó Truffaut con determinación.
Por su parte, Godard señalaba: “No hay una sola película [en Cannes] que muestre los problemas de los obreros y los estudiantes. Tenemos que demostrar la solidaridad del cine con el movimiento obrero y estudiantil de Francia, aunque sea con retraso. Y la única forma práctica de hacerlo es parando de inmediato las proyecciones”.
Los directores de la Nouvelle Vague vieron en el cine una forma de hacer lo que más amaban y conocían, al tiempo que hacían denuncias sociales sobre la vida cotidiana.
Agnés Vardá: la directora rebelde
Así llegamos al cine de Agnés Vardá, con sus críticas a la sociedad burguesa y retratando la lucha de las mujeres: “Traté de ser una feminista alegre, pero estaba muy molesta”, aseguró la directora en el documental Las playas de Agnés (2008).
Vardá instó a las mujeres a estudiar cine en un tiempo donde su papel en esta industria era aún más invisible: “Salgan de la cocina, de sus casas, consigan lo que necesitan para hacer películas”.
No era raro verla cargando su propio equipo, buscando dónde conectar las luces, cambiando el tema de uno de sus documentales para concentrarse en una problemática social con la que se encontró mientras filmaba: el desperdicio de alimentos (Los espigadores y la espigadora, 2000).
Su postura no ha perdido validez en una industria que todavía favorece al hombre. Según el Anuario Estadístico de Cine Mexicano del Instituto Mexicano de Cinematografía, al año 2020, las mujeres aún representaban un 37 por ciento del total de quienes trabajan en ella.
Al respecto, el área de Producción registraba un 56 % de participación femenina, mientras que la Dirección y el Guionismo un 30% y 39%, respectivamente.
Es así como es posible ver que al cine se le debe nutrir de todas las opciones posibles. Su pasión por las películas llevó Agnés Vardá a realizar Caras y lugares (2017), un proyecto que salió a la luz gracias al crowfunding y al apoyo del MoMA.
Jonas Mekas, el cineasta underground
Jonas Mekas fue un director de cine lituano que llegó como exiliado a Estados Unidos. A él se le identifica como un cineasta experimental, aunque rechazaba con fervor esta denominación al asegurar que sólo los científicos realizaban experimentos:
“Las dos mejores formas de empezar el camino/tu trayectoria son: uno, trabaja con otro cineasta cuyo trabajo admires, y aprende el arte del modo que lo hacían los antiguos artistas renacentistas, o dos, consigue una cámara, cualquiera, y comienza a grabar a diario. Solamente filmando vas a descubrir el tipo de cine o películas que realmente quieres hacer, por tanto, que rama del árbol del cine estás te está arrastrando”, explicaba.
Su poesía visual iba tras las imágenes cotidianas: “Necesitamos películas menos perfectas, pero más libres”. Además, aseguraba que “las nuevas cosas que estaban por sucederle al cine tenían que involucrar de forma crucial el auge de una nueva generación de mujeres cineastas”.
En 2007, Mekas realizó 365 cortometrajes, uno para cada día del año, los cuales publicaba diario en su página de internet.
Como puedes ver, si bien el cine necesita de recursos muy específicos, hoy en día tienes muchísimas alternativas para mostrar tus proyectos, pues ni el equipo más caro ni el medio más popular lo son todo.
Ya son varias las películas que se han grabado con un iPhone y han llegado a diversos festivales, así que sólo necesitas creatividad y dedicación.
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Para saber más
Karemm Danel, “¡Asiste al Foro Internacional de Cine!”, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/asiste-al-foro-internacional-de-cine/
Juan Pablo Brand, “El fin de la era ‘Star Wars’”, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/el-fin-de-la-era-star-wars/
Karemm Danel, “Jonas Mekas: el poeta visual”, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.uic.mx/jonas-mekas-el-poeta-visual/
Especialidad en Guionismo de Adaptación
https://www.filmin.es/blog/13-consejos-de-jonas-mekas-para-convertirte-en-cineasta-experimental
https://educomunicacion.es/cineyeducacion/figuras_agnes_varda.htm