Ciencia ficción extranjera
Hablemos del género de ciencia ficción. Arthur C. Clarke, Phillip K. Dick, Frank Herbert, Isaac Asimov, entre otros, suelen ser los primeros nombres que vienen a la cabeza de la gran mayoría, cuando mencionamos ciencia ficción; y no es para menos. Todos estos autores han hecho grandes aportes al género, y suelen ser entre los primeros que, como lectores, descubrimos cuando decidimos incursionar en este pedacito de la literatura. Pero después de leerlos, y cuando ya llevamos tiempo obsesionados con la ciencia ficción, nos empezamos a preguntar dónde estarán los autores que no son de habla inglesa.
Ciencia ficción mexicana
Buscando entre los recovecos más oscuros del género, mi obsesión con las invasiones alienígenas y la tecnología futurista me llevó a conocer la ciencia ficción japonesa, que admitiré es algo bastante alucinante. Se sentía diferente a la angloparlante, y como lectora obsesiva que soy, quise más. Por ello, en cuestión de meses me surgió la inevitable duda, ¿tenemos ciencia ficción hecha en México?
La respuesta es sí. Es un nicho muy pequeño, desconocido y que a Bernardo Fernández, escritor mexicano, le gusta clasificar de fantasmal. Pero ahí están, escondidos entre los autores de renombre y ciencia ficción angloparlante. Por ejemplo, tenemos al mismo Fernández, a Cecilia Eudave, Alberto Chimal, Raquel Castro, y muchos otros. Estos nombres aunque seguramente no son familiares, alguno que otro ya se ha echado un clavado en el género y hasta ya los siente como si fueran parte de la familia.
¿Mariachis en el espacio?
Y a todo esto, ¿de qué va la ciencia ficción mexicana? Sé que se lo están preguntando. ¿Veremos al Santo peleando contra alienígenas en vez de las momias de Guanajuato? La verdad yo sí leería esa historia, pero aún no me la he encontrado. Lo que me ha tocado ver en la ciencia ficción mexicana es que no suele enfocarse tanto en naves espaciales y aventuras súper épicas. Es una ficción que se arraiga mucho en la tierra, en tecnologías futuristas de uso diario o en cómo sus personajes tratan de sobrevivir en un mundo que avanza más rápido que ellos. Sí, sí hay robots y alienígenas y viajes en el tiempo, pero algo muy característico de esta ciencia ficción, y es que es muy humana, muy personal.
“Los viajeros: 25 años de ciencia ficción mexicana”
Esta obra fue mi primer libro de ciencia ficción, y el que me hizo enamorar de los autores locales. En estos cuentos cortos podemos encontrar historias donde los protagonistas tratan de conseguir notas periodísticas a través de un complicado mecanismo que les permite grabar todo a través de sus ojos. Podemos encontrar, también, niñas que ganan un concurso y comienzan a viajar en el tiempo a la ya inexistente URSS o distintos escenarios posapocalípticos donde la tecnología que tanto esperábamos no resultó como pensábamos. Pero en todos los cuentos, la humanidad de los personajes nunca pierde importancia; sus sentimientos y cómo su entorno les afecta es una parte clave de la historia.
“Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio”
Andrea Chapela, autora de la antología “Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio“, es otra gran contemporánea de ciencia ficción mexicana. Todos sus cuentos están ambientados en la Ciudad de México, y su tecnología se encuentra tan bien mezclada con la realidad de sus personajes que suena 100% creíble. Podemos ver máquinas y aparatos que nos permiten modificar los recuerdos y sentimientos de una persona, comunicadores que nos permiten llamar a otros que se encuentran del otro lado de la galaxia, tecnología para mudar nuestra consciencia a un nuevo cuerpo, y escenarios donde la ciudad ha vuelto a convertirse en un lago o donde los telones de realidad son una cosa del diario.
La esencia de este género
Lo que más me gustó y que concuerda con la ciencia ficción que ya había leído de autores mexicanos, es que se centra mucho en las emociones de sus personajes. En como esa tecnología que les rodea, les afecta y moldea sus decisiones. Y a veces, la tecnología incluso pasa por unos momentos a un segundo plano mientras vemos los sentimientos con los que la gente tiene que lidiar, como la ira, la tristeza, la soledad, o incluso la nostalgia que esa misma tecnología les ha causado. A este tipo de ciencia ficción a mí me gusta clasificarla de social, y la verdad, es uno de los subgéneros que más me gusta explorar, porque lo siento más cercano que el que sólo me habla de guerras intergalácticas.
Para saber más
Si quieres saber más de éste y otros géneros visita nuestra página y conoce todo sobre la Licenciatura en Traducción, Localización e Interpretación de la Universidad Intercontinental.
Maestría en Guionismo, Especialidad en Guionismo de Adpatación, Universidad Intercontinental.