La dirección estratégica comprende todas las actividades, acciones y decisiones que, con planeación, tomó el líder de la empresa.
Este líder busca que la empresa y sus colaboradores se adapten al entorno de manera sobresaliente.
Una dirección estratégica contra tus competidores
Para lograr que una empresa destaque frente a su entorno y sus competidores, es necesaria una planeación que comprenda el establecimiento de objetivos y metas para la empresa, áreas y personas. La finalidad de esto es alcanzar dichas metas; pues, así, se garantiza el posicionamiento de la empresa.
Una de las actividades principales de la dirección estratégica es orientar a todos los involucrados de una empresa respecto de sus objetivos. Todo lo planeado por el estratega debe comunicarse a todo el personal de la empresa eficazmente, para garantizar el involucramiento y trabajo de todos.
En ese sentido, la estrategia debe funcionar como una serie de engranajes que van a la par sin inconvenientes. Para la organización, cada persona lleva a cabo una parte que alimenta al área y cada área a la organización completa.
Características de la dirección estratégica
A diferencia de otras formas de dirección, la estratégica se caracteriza por considerar el entorno; es decir, no sólo se planea desde el interior y con los recursos con los que se cuenta, sino que, con base en lo que ocurre fuera de la organización, también se toman decisiones.
Dicha característica está relacionada con la comprensión de la organización como un espacio abierto influenciado y dependiente del entorno de diversas formas; tal es el caso de los proveedores y clientes.
Por otro lado, la dirección estratégica debe tener un líder con grandes habilidades de planeación y comunicación, a fin de que sea capaz de establecer lineamientos, políticas, metas y objetivos que sabrá comunicar a todos los colaboradores, pero que, además, retroalimentará según el avance de éstos.
Es en el líder en quien recae la responsabilidad de mantener un equipo comprometido con la organización, bien informado y orientado a los objetivos planteados.
Cambio paradigmático: de la administración a la administración estratégica
Los inicios de la administración como disciplina se registran a principios del siglo XIX, bajo la lógica de implementar formas adecuadas de administrar las empresas, entendiendo que son un espacio cerrado y que cuentan con recursos que deben ser correctamente planeados y gestionados desde y para sí mismas.
Los estudios relativos a la administración, en sus inicios, constituyeron lo que hoy conocemos como la teoría de la administración en un sentido clásico.
Es hasta los 60 que el sentido clásico de la administración deja de ser la única forma de entendimiento, dando paso a teorías flexibles caracterizadas, entre otras cosas, por la comprensión de la organización como un espacio abierto. Esto puede identificarse como un cambio paradigmático, ya que modifica la administración y la gestión empresarial.
La concepción de la empresa como espacio abierto implica que la planeación, la toma de decisiones y la gestión se relacione directamente con el contexto y el ambiente que permea a la organización. Es decir, se asume que toda empresa se vuelve, hasta cierto punto, particular, pues cada una tiene su propio contexto. De ahí que su administración y gestión sean tan importantes.
De manera general, la dirección estratégica retoma la idea de las empresas como espacios abiertos caracterizados por la unicidad y el movimiento. En ese sentido, toda estrategia diseñada debe ser flexible y única.
Prepárate para ser el líder que necesita la sociedad. Estudia la Licenciatura en Administración y Dirección Estratégica y nuestra Maestría en Dirección Estratégica y Gestión de la Innovación. ¡Aclara todas tus dudas en nuestra próxima sesión informativa!
Para saber más
Licenciatura en Administración y Dirección Estratégica
Maestría en Dirección Estratégica y Gestión de la Innovación