¿Qué es la comunicación y cuál es su origen?, ¿es una cualidad inmanente a toda persona?, ¿nos comunicamos porque somos seres humanos o es mediante la comunicación que nos construimos como tales?, ¿la comunicación humana se rige bajo los mismos principios que la comunicación de los seres no humanos?, es más ¿los animales también se comunican?, ¿comunicación y lenguaje son la misma cosa?, de no serlo ¿dónde radica la diferencia?, ¿cuál es el fin de la comunicación?
Formación del comunicólogo
¿Qué es la palabra y cuál su origen y sentido?, ¿si el hombre es lenguaje, por ende, también es comunicación?, en resumen: ¿Qué es el hombre?
Cuando planteo estas preguntas a los estudiantes al inicio de cada ciclo escolar, no hay grupo, al menos hasta hoy, donde no me hayan respondido que estas interrogantes no son prioridad en la formación del comunicólogo.
Cuando escucho esto, mi segunda serie de preguntas la dirijo hacia la noción de lo que, para ellos, los estudiantes, significa ser comunicólogo, y aunque existe una gama muy variada de respuestas son realmente escasas aquellas que entienden al comunicólogo como un científico social. Es aquí en donde quiero detener un poco mis reflexiones siguientes.
El comunicólogo, un científico social
Cuando pregunto al grupo qué entiende por científico social las respuestas más habituales son de carácter no verbal: caras agachadas, miradas que evitan encontrarse con la mía, desinterés en la pregunta y concentración en sus dispositivos móviles. Sólo algunos despistados se esfuerzan pensando en pronunciar palabras que puedan dar cuenta con claridad de las ideas que están construyendo en silencio.
¿Cómo definir la comunicación?
El punto al que deseo llegar comenzando con este breve ejercicio anecdótico es el siguiente:
- Definir a la comunicación, a sus procesos y elementos antropológicos,
- Desmenuzar sus entrañas epistémicas y sumir los ojos inquisidores en lo más profundo del lenguaje.
Ambos puntos son tareas ineludibles del científico social que tiene por objeto de estudio a la comunicación. Por ende, sostengo, que las preguntas con las que abro este breve escrito, entre muchas más, son interrogantes que lejos de desviar o distraer la formación profesional del comunicólogo, la fortalecen, la dotan de sentido teórico, epistémico y filosófico.
La filosofía en la comunicación
En el diálogo titulado “Protágoras o de los sofistas” de Platón se cuenta la manera en que la política, entendida como convivencia respetuosa y justa, es un don que Zeus entrega a los hombres por medio de Hermes. Pero este don no es algo que se adquiera de la noche al mañana, es una virtud que se construye, que se alimenta y se transmite de persona a persona; es una virtud que se enseña y se aprende mediante la palabra, a través del diálogo, es decir, por medio de la acción comunicativa.
Creo entonces que, para empezar a definir a la comunicación, echar un vistazo a las enseñanzas de Platón puede ser un merecido comienzo.
Para saber más:
Licenciatura en Comunicación Digital, Licenciatura en Filosofía, Universidad Intercontinental.